SONETO A LA BALANZA DE PRECISIÓN (C)
Precisamente, fue aquella balanza
que con precisión precisa y preciosa
en sus brazos acogió tanta cosa;
lo mismo alfiler que punta de lanza.
Y dos veces medidas por la andanza
y la vieja costumbre prestigiosa,
por repetida no es menos hermosa
que una lluvia a su tiempo en la labranza.
Con dos brazos abiertos abrazando
hacia el aire, al cielo o a Cupido,
el compás es un ángulo extensísimo.
¡Cuántas veces me he visto enamorando
con los brazos abiertos al olvido
de un recuerdo ancestral y lejanísimo!
Juan Segundo Díaz Núñez
Profesor de Lengua y Literatura
Curso 2015/2016
IES “Pedro Espinosa”
Antequera (Málaga)
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