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miércoles, 1 de abril de 2015

Instrumento científico

Dar una respuesta definitiva sería dar una simple respuesta. Hay que tener en cuenta aparatos científicos y avances tecnológicos que se han integrado en nuestra vida cotidiana. Depende del contexto histórico y social-cultural y es propio de los siglos XIX y XX, ligado a la industrialización de los países occidentales.

Según A. J. Philpot, director de la British Scientific Instrument Research Association y de la Scientific Instrument Manufacturers’ Association of Great Britain (1947):

“En su forma primera, un instrumento científico proporciona un modo de demostrar la existencia de ciertos fenómenos naturales. En una forma un tanto más refinada, se utiliza para obtener medidas cuantitativas de los efectos de los fenómenos. Finalmente, en una forma adaptada proporciona el canal por el cual la ciencia hace impacto sobre otras fases de la actividad humana. Un instrumento científico no es sólo el hijo de la ciencia, sino que también se convierte luego en herramienta de la ciencia y finalmente en misionario de la ciencia para el mundo exterior.”

Los instrumentos no sólo sirven al científico para poder realizar su actividad, sino que también son los encargados de proyectar una determinada imagen de lo que es y debe considerarse como ciencia. Existen diferentes públicos para los cuales están dirigidos estos instrumentos y ponerlos de manifiesto nos permite entender mejor la complejidad de la actividad científica y tecnológica.

Los instrumentos científicos confieren autoridad. En el mundo contemporáneo, el uso de aparatos específicos permite definir una identidad profesional, delimitando la separación entre expertos y profanos.

Toda tecnología está dotada de significado. Utilizar una determinada técnica o instrumento supone tener que asimilar o rechazar toda una serie de ideas y conceptos. Pero… ¿tienen ideología los instrumentos científicos? Podría pnerse como ejemplo la Guerra Fría donde la ciencia y la tecnología se vieron regulados por la política y cualquier desarrollo científico y tecnológico pretendía demostrar la capacidad de los sistemas económicos para adecuarse a los nuevos tiempos

El éxito de proyectos científicos dependientes de grandes instrumentos ha dirigido en gran medida la investigación de las últimas décadas: los instrumentos permiten determinar e incluso definir tanto los métodos como los contenidos de la ciencia.

El científico no sólo se está interesado en un instrumento para confirmar sus ideas, sino que también se pregunta qué puede hacer y qué tipo de cuestiones puede tratar de abordar con los nuevos instrumentos.

El interés de los diferentes gobiernos por promover la educación científica durante la segunda mitad del siglo XIX y todo el siglo XX en diferentes ámbitos, ya fuese con fines formativos o de control social, hizo tanto de los alumnos como de los maestros y los profesores uno de los públicos más activos de la ciencia y de los instrumentos científicos.

Centrándonos en el caso español, podemos nombrar algunas características que imperaron la época:
  • Crisis finisecular y “regeneracionismo”, Preocupación por crear e impulsar un sistema educativo adecuado, en el que los estudios experimentales de ciencia y tecnología (considerados cruciales para el desarrollo y la modernización del país) jugaran un destacado papel.
  • Aumentó la demanda de instrumentos científicos con fines educativos.
  • Nuevas propuestas pedagógicas: los protagonistas de los experimentos. Los instrumentos científicos pasaron a ser herramienta con la que los estudiantes debían aprender los principios básicos de la ciencia.
  • Se trató de fomentar en España una industria de instrumentos científicos para la enseñanza capaz de abastecer la demanda de los centros educativos.
La ciencia se cultiva de manera fragmentada en especialidades cognitivas y profesionales (algo que también caracteriza la vida institucional y la sociedad contemporáneas), así una instrumentación científica y tecnológica genérica aporta una importante dosis de cohesión social e intelectual.

Cuando los usuarios utilizan los instrumentos satisfacen sus necesidades, importando los conceptos, asumiendo que el aparato es efectivo y que puede desempeñar determinadas funciones (y no otras) y adoptando vocablos, imágenes y sistemas de notación propios. Mediante el uso de estos instrumentos en diferentes contextos se consolida la creencia en la efectividad y en la objetividad de la ciencia, que se proyecta a la sociedad.

Conclusiones

El estudio del patrimonio histórico científico nos permite entender mejor qué es la ciencia.

La historia de la ciencia como estrategia de difusión de lo que es la actividad del científico.

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